El Uróboros significado

El uróboros u ouroboros es un galón tradicional que vislumbre un gusano, una serpiente o un dragón rápido engullendo su propia goma y formando así un redondel. En algunas metáforas antiguas aparece complementada con la suscripción griega Hen to pan, en otras palabras el Uno, el Todo. El ouroboros reune, mismamente, los espacios de multiples números en uno: la serpiente, las alas, el harakiri, el círculo. La serpiente representa la cultura tradicional, el apólogo primigenio del planeta tino. Las alas, más allá de representar lo inocente, son la sublimación de lo material.

El Uróboros

La autodestrucción o haraquiri es el hecho de que el animal se devore a sí mismo, que es a su oportunidad representación del ciclo crucial, adonde no hay periferia clara entre origen y acabamiento. El círculo es la idealización esquemática de la perfección. Orígenes Se asocia a la alquimia, al gnosticismo y al hermetismo.

Representa la condición no comercial de las cosas, el permanente retorno y otros conocimientos percibidos como ciclos que comienzan de nuevo en cuanto concluyen. En un sentido más general simboliza el periodo y la continuidad de la existencia. En algunas generalizaciones el animal se vislumbre con una mitad clara y otra oscura haciendo recapacitar la dicotomía de otros símbolos similares como el yin y el yang.

El Uróboros simbolo

Hay quien ha aludido que el uróboros es un símbolo de autofelación. Se cree que está inspirado en la Vía Láctea, puesto que algunos ejemplares antiguos hacen indicación a una serpiente de vela que mora en los cielos. En la mitología nórdica, la serpiente Jormungand llegó a crecer tanto que pudo abrazar el planeta y apresarse su propia cola con los dientes. De la progenie Chou en China (1200 ac) se han localizado grabados de ouroboros, simbolizando la continuidad de la biografía con el dragón mordiéndose la cola. Según la Enciclopedia Británica, el Uróboros u Ouroborus, es la emblemática serpiente del antiguo Egipto y la antigua Grecia, representada con su cola en su hocica, devorándose continuamente a sí misma.

 

Expresa la individualidad de todas las cosas, las tangibles y las espirituales, que jamás desaparecen sino cambian de faceta perpetua en un ciclo imperecedero de necrosis y noticia creación. El directorio más antiguo de su eclosión es en un manual de Alejandría, en el siglo Ii, que decía hen to pan, o “uno, todos”. Aquí ahora se lo presenta mitad blanco, mitad negro, demostrando la dualidad presente en todo.